Europa, balance de 10 años del euro.


Los beneficios previstos por la creación de una moneda única en la eurozona, los podemos clasificar en dos categorías, una sería el beneficios directos y otra los beneficios derivados.

Al tratarse la Unión Europea de una área monetaria óptima
[1], la creación de la moneda única en el espacio de la eurozona supuso de manera inmediata y tangible un conjunto de beneficios directos que se producen de manera prácticamente aritmética, como son la reducción de los costos de transacción por supresión de las barreras cambiarias, mayor seguridad en las transacciones entre países como consecuencia de la eliminación de la incertidumbre monetaria, desaparición de los costes de información[2] y la reducción de las reservas de divisas por parte de los gobiernos.

También han habido efectos inmediatos negativos, como los efectos de los redondeos y del afloramiento de dinero negro con urgencia por gastarse, que crearon inflación artificial.

Todos estos efectos se previeron en el guión del despliegue de la moneda y se consiguieron al implantar el euro, pero por si mismos no eran el objetivo principal de este nuevo paso en la integración europea, si no que se trataba de un media para conseguirla.

El objetivo principal derivado de la transformación en el ámbito económico, es un crecimiento equilibrado y constante del PIB, que mejore la calidad de vida de los europeos. Este crecimiento se debe situar en un escenario de tasas de inflación moderadas, tipo de interés bajos y finanzas publicas saneadas y con niveles de desempleo próximos a la plena ocupación, parámetros que excepto el en lo referente a la tasa de paro eran los requisitos de convergencia pora poder entrar a formar parte del la UEM, según se acordó en el tratado de Maastricht.

Descritos los objetivos, podemos decir que efectivamente se han logrado en buena parte en esta primera década, aun cuando el momento actual de crisis importada de la otra orilla del atlántico, parece ser una señal inequívoca de cambio de ciclo.

Por lo tanto si que podemos decir que en el periodo inicial del euro se han conseguido los beneficios buscados, pero al igual que ahora no podemos decir que la crisis actual sea debida al euro, no podemos atribuir todos los beneficios conseguidos hasta ahora a la moneda única.

Para poder determinar el nivel de responsabilidad del euro sobre el crecimiento y estabilidad del periodo, tenemos que analizar los argumentos a favor o en contra de su influencia que trataremos a continuación.

Como argumento a favor parece objetivo señalar que la creación del euro a significado la existencia de una divisa fuerte alternativa al dólar, que ha permitido dotar de estabilidad a los mercados financieros y ha beneficiado a la zona euro ante las oscilaciones del precio del petróleo y de la cotización del dólar, que ha posibilitado que no se hayan trasladado en toda su intensidad al precio de los carburantes de la eurozona, todo el incremento del precio del barril de petróleo.

Como argumento en contra, podemos decir que la eurozona, no se ha desmarcado en cuanto a crecimiento de los otras países de la UE que no han adoptado el euro, (doce de los veintisiete) por lo que bajo este enfoque se puede atribuir el crecimiento económico de la década en mayor cuantía a la política económica comunitaria, que a la aparición del euro, es decir más a la UE que a la UEM, por lo que aportaría mayor impulso económico el mecanismo de mercado que suponen las cuatro libertades básicas comunitarias
[3], que no la unión monetaria por si misma.

Ahora bien, todo y haber supuesto la creación del euro un paso importante, al que al que progresivamente irán accediendo todos los estados miembros de la UE, hace falta ir más allá y ver que la armonización de la legislación europea es igualmente necesaria para poder afrontar de una manera sólida los grandes retos que de la economía internacional:

globalización de los mercados,
fenómeno de la emigración masiva,
cambio climático,
crecimiento de la oferta y la demanda en China,
seguridad mundial,
agotamiento de los combustibles fósiles.

Pora afrontar todos estos retos, lo mejor es tener una UE fuerte, cohesionada y convergente en cuanto a los objetivos y la manera de conseguirlos, y para ello además de una unidad económica y monetaria, será clave llegar la convergencia jurídica en primer lugar y finalmente a la convergencia política.

Anexo:
La tabla siguiente muestra por orden cronológico de adhesión a la Unión Europea, y la adopción o no del euro.



De los países que todavía no han adoptado el euro, Dinamarca y Suecia no lo han hecho por el resultado negativo de los referéndums realizados al efecto. El Reino Unido está pendiente todavía de hacer un nuevo referéndum, y en esta ocasión, quizás la crisis pueda ayudar a vencer las reticencias de los británicos a ceder su soberanía en política monetaria. Además de estos tres estados, el resto son países que ingresaron a partir del 2004, y que por el momento no cumplen los requisitos de convergencia, a excepción de Eslovenia, que pudo adoptar el euro en el 2007.

[1] Un área monetaria optima es una región donde los beneficios de tener una moneda única superan los costos derivados.
[2] La eliminación de los costes de información permite que los consumidores comparen precios en diferentes territorios.
[3] Libre circulación de personas, de capital, de mercancías y libertad de establecimiento.


Enlace recomendadola Poesia ADIOS A LA PESETA, por Rafaela Pulgarín: http://poesiasrafi.blogspot.com/2009/02/adios-la-peseta.html

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