Influencia del comercio internacional en la crisis: decoupling vs convergencia

Al hablar de decoupling vs convergencia hemos de aclarar “entre quien”, es decir que economías estamos considerando.


Podemos hacerlo a diferentes niveles, entre Europa i EUA , entre EUA y el resto del mundo, entre los países industrializados (Europa y EUA) y los países emergentes, por lo tanto en función de las partes se nos pueden generar diferentes enfoques y resultados.

También es necesario matizar que la relación que estudiamos es la vinculación entre los crecimientos de las economías de los grupos económicos y no entre la evolución de los respectivos mercados financieros, que si bien tienen influencia no reflejan fielmente el estado de una economía.

Dicho lo anterior voy a centrarme en analizar la vinculación entre los crecimientos del PIB de los dos grupos que considero más representativos, el de los países industrializados, en el que incluyo EUA, Canadá, Europa y Japón y el de los países emergentes, capitaneados por China, India y Corea junto con otras potencias asiáticas. El tercer grupo perteneciente al resto de países con un nivel de desarrollo inferior a los anteriores no los incluyo por la menor influencia en la evolución de global.

Factores como la globalización de los mercados financieros, el crecimiento del comercio internacional, el desarrollo y abaratamiento de los transportes y las comunicaciones, más la generalización de Internet como catalizador de las relaciones entre empresas y ciudadanos de todo el planeta, hace que las totalidad de las economías mundiales hayan incrementado tanto su interrelación en los últimos años que nos planteamos si ha dejado de existir el desacoplamiento en el que se hallaban antes de éste este escenario, donde la mayor rigidez de las fronteras y de los mercados, compartimentaba las economías de cada país, situación que tenia como ventaja una mayor inmunidad a los contagios por enfermedad de otras economías, y como problema la menor oportunidad crecimiento frente a la situación actual.

La discusión sobre el “decoupling” pues, se puede concretar en vislumbrar si el crecimiento económico o recesión de los países industrializados se ve afectado por el comportamiento de las economías emergentes y viceversa.

Por un lado es relevante aislar los factores que afectan a las dos economías y que al ser comunes no intervienen en la interrelación, estos factores en la actualidad son la fluctuación de los precios del petróleo y la escalada de precios de los alimentos y los efectos del cambio climático, que al impactar en ambas economías de la misma manera y al mismo tiempo podrían confundirnos y considerar vinculaciones que no se propagan de una economía a otra si no que se acusan en ambas

No obstante, hay que ser cuidadoso y diferenciar cuando una fluctuación del precio del petróleo es debida a un movimiento especulativo o por una decisión de la OPEP, o bien tiene relación con la demanda de una de las dos economías estudiadas, por ejemplo en este momento en el que la crisis financiera ya apunta a una recesión en EUA, cabe esperar un retroceso de la demanda de carburantes que afectará a la demanda global y por lo tanto los países emergentes, como ejemplo también podemos citar que la escalada de precios de los carburantes de los últimos dos años se ha debido al incremento de la demanda por parte de los países emergente debida a las altas tasas de crecimiento que han experimentado. En este sentido identificamos un primer mecanismo que hace que las economías converjan, es decir la variación de la demanda de una de las economías afecta a la otra.

Otro aspecto que relaciona las economías de ambos grupos es el reciente (referido a las dos últimas décadas) fenómeno del offshoring, que en la medida que una empresa de un país industrializado tiene deslocalizada gran parte de su producción en países emergentes establece “vasos comunicantes” que propagan los crecimientos o crisis de los niveles productivos.

Pero también podemos identificar elementos y mecanismos que aíslan a las economías, como los roles productivos de cada una de las economías que hacen que las economías emergentes sean inminentemente exportadoras (materias primas y bienes semi-elaborados ) frente a las economías de países industrializados eminentemente consumistas. Estas diferencias suponen en la actualidad que ante la crisis financiera actual tenga mejor pronóstico las economías emergentes por el crecimiento de la demanda interna frente a la caída de la demanda de los países industrializados.

La situación actual en la que la propagación de los efectos de las medidas entre las diferentes economías, es rápida y acusada a través de los mercados financieros, pero puede tener también elementos de estabilidad, podemos verlo como una tormenta en la que todos van en el mismo barco, en el que todos peligran, pero en el que todos pueden ayudar a salvar la nave, aunque lo que está por ver es si en caso de hundimiento algunos llevan chalecos salvavidas y otros no.

Metáforas aparte, si prevalece la polarización entre ambas economías podría quedar evidenciada la teoría del decoupling, y si por el contrario se extiende por consecuencia del efecto dominó desde la crisis de las hipotecas subprime de EUA, a través de la alteración de la demanda, a las economías emergentes quedaría patente la convergencia de la economía a nivel mundial.

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